Palabras del Río 2018: "Awake"

Hace un par de años, el colegio al que asisto (ICSL) acompañado de su centro de estudiantes, organizan un concurso literario llamado "Palabras del Río", del cual pueden participar personas de distintas instituciones que cumplan con las edades establecidas. Las modalidades son dos: Cuento y Poesía, y las categorías tres: A (de 9 a 11 años), B (12 a 15 años) y C (de 16 a 19 años).

El año anterior, 2018, participé en la categoría B de cuentos y tuve la dicha de obtener el primer lugar, recibiendo un libro y otros premios a cambio, los cuales se reciben el mismo día que se realiza la Feria del Libro, también organizada por esta institución. Ambos proyectos me parecen geniales debido a que incitan a que la gente se anime a escribir. A veces nos suele avergonzar que lean nuestras producciones, y esta es una buena manera de que uno se motive, sabiendo que no lo leerá nadie más que el jurado.

Así que mediante esta entrada, quiero mostrarles la historia que mandé, e invitarlos a participar. Pueden inscribirse hasta el 26 de Julio completando este formulario online ; https://forms.gle/EZedH1p1iDAE5Z8X7.

Sin nada más que agregar, los dejo con el texto.

31 de agosto.

la cama se siente como una especie de prisión, donde la salud mental no es la prioridad en lo más mínimo. los días pasan uno tras otro, indistinguibles entre sí; antes de que puedas percatarte, serán meses, años. manchas de café negro sobre la agenda del 2014, distorsionando una caligrafía más bien desganada.
cadenas de recuerdos te mantienen aferrado, lastimando tus muñecas a cada intento de levantarte, pero por algún extraño motivo no deja ninguna cicatriz. tu cuerpo responde cada vez menos, parece estar acostumbrándose después de todo.
"ya es tarde, parásito, deberías hacer algo productivo, siendo así de estorbo sólo decepcionas a todos los que te conocen" y similitudes siendo repetidas constantemente en tu oído, llenándote de un sentimiento de culpa que aleja poco a poco a las intenciones de liberarse de esa tortura.
oh, dios, esas voces. seguirán hasta el cansancio, incluso colándose en las más pequeñas grietas en el mundo de tus sueños. y ambos sabemos que no pararán de derramar alcohol en heridas abiertas, hasta que llegará un momento donde serán tus propios gritos y sollozos lo único audible en aquella oscura habitación.
será un momento de desesperación. sentirás como tu corazón parece querer escapar de todos los problemas, golpeando contra tus pulmones, incapacitando la correcta respiración. lágrimas caerán de manera frenética, a la vez que las manos buscarán algún entretenimiento. jalarse el cabello, enterrar las uñas en la piel, cualquier cosa con tal de liberar todo tipo de emociones.
... o quizás no. quizá ya te has cansado de llorar, quizá la única emoción reconocible es aquella que se presenta al notar un vacío donde solía haber algo. el problema es, ¿qué solía haber?
¿una versión más joven de uno mismo, donde los ojos brillaban con inocencia? aquella que se observa con nostalgia desde lejos, un par de escalones más adelante... ni arriba ni abajo, simplemente una especie de escalera eterna, donde cualquier esfuerzo realizado parece ser en vano. como si aquel tiempo tomado para lograr subir un escalón tres veces de tu altura, no hubiese servido de nada.
de nuevo en el principio.
25 de agosto. ¿o era 26?
no recuerdo realmente. el tiempo parece no pasar nunca en la oscuridad y tranquilidad de la madrugada. ¿quién hubiera pensado que el silencio podía hacer tanto ruido?